La imitación de los voceros aliancistas el diputado Darío Paya, por la UDI, y Lily Pérez, por RN del grupo Pimpinela, segundos antes de iniciar la lectura del voto político de la Convención de Valdivia, fue ayer una especie de resumen certero de lo que fue el cónclave del viernes y sábado del pacto opositor. Fanático del karaoke, Paya entonó en el estrado, ante su dupla en la testera, el ochentero "Alo" con que se inicia el himno kitch "Vete y pega la vuelta", aquel que da cuenta de traiciones, regresos y reconciliaciones a medias, en una historia tan convulsa como la que marcó la cumbre a orillas del río Calle-Calle. Los mismos recovecos del tema top de los hermanos argentinos tuvo este evento que concluyó con una promesa de unidad y una declaración donde la frase de que se procurará mantener "una actitud de generosidad y respeto mutuo de la coalición" reemplazó la dureza de una carta que hasta anteayer pretendía ser leída en el plenario por los diputados de Renovación y donde las palabras "veto" y "exclusión" simbolizaban la molestia partidaria por la marginación del candidato e inversionista Sebastián Piñera de la cita aliancista.
La misiva había sido redactada la noche del miércoles, durante la cena que sostuvo el empresario con los parlamentarios del sector y estaba firmada por todos los integrantes de la bancada. Sin embargo, el sábado, el dueño de Chilevisión cambió de opinión, azuzado por una encuesta de "La Tercera" que muestra a la senadora DC Soledad Alvear pisándole los talones. Este dato, sumado a las recomendaciones de sus cercanos de no continuar con una polémica que sólo lo perjudicaba, motivó al accionista de Lan a conversar telefónicamente con los diputados Germán Becker y Cristián Monckeberg y ordenar la desactivación del plan, especialmente porque el objetivo principal, de ser, aun en ausencia, el protagonista principal de la reunión, se había cumplido. De hecho, la inasistencia de los senadores Pablo Longueira, Jovino Novoa, Evelyn Matthei y Alberto Espina, además de numerosos miembros de la cámara baja, pasó casi desapercibida.
"INQUIETUDES Y PEQUEÑOS RUIDOS"
El fantasma de Piñera, en cambio, se paseó día y noche por el Hotel Villa de Río. Su espectro fue el primero en abordar la mañana del viernes el vuelo de Lan en Santiago y a él se atribuyó el "complot" del retraso de tres horas con que se aterrizó en Valdivia. Una vez iniciada la cumbre, su nombre se coló en todas las conversaciones, por el texto que preparaban sus partidarios y por la comida que amarró para mañana con cinco emblemáticos alcaldes de la UDI: Pablo Zalaquett (La Florida), Mario Olavarría (Colina), Gustavo Hasbún (Estación Central), Gonzalo Cornejo (Recoleta) y Carolina Plaza (Huechuraba). La cita, preparada por la tríada de jefes comunales, compuesta por el edil de Vitacura, Raúl Torrealba; el de Puente Alto, Manuel José Ossandón, y el de Ñuñoa, Pedro Sabat, fue el corolario de una afrenta para la cúpula de la UDI, que intentó convencer, al parecer sin éxito, a sus díscolos de no hacer explícito el "fenómeno del nido vacío" al que atribuyen el que sus bases se estén piñerizando.
En contraste, el hombre de la revista "Forbes" sólo tuvo que dar un telefonazo para frenar su osada operación política en la X Región, algo que el vicepresidente de RN, Cristián Monckeberg, calificó como una "moderación" en pos de las buenas relaciones en el conglomerado. "Al hablar de cuidar nuestros liderazgos estamos hablando en positivo, al hablar de no vetar estamos hablando en negativo. Yo creo que estamos moderando nuestro vocabulario para poder contribuir a la unidad", afirmó.
En tanto, el timonel UDI, Hernán Larraín, manifestó que hay menos confusión de lo que se proyecta en su bloque. "Aquí está la Alianza, con estas inquietudes y pequeños ruidos que a veces tenemos y que vamos a tener. No somos perfectos. Es cierto, nos equivocamos en la UDI, en Renovación, pero por sobre eso existe una convicción que nace del fondo del alma: el compromiso para hacer de la Alianza una alternativa de Gobierno", adujo.
El personero cuestionó además la forma en que se abordan los choques que el senador Juan Antonio Coloma definió como una adicción a los autogoles que se producen en la derecha. "Han tratado de demostrar que somos un desastre una y otra vez. No alcanzamos a decir una palabra que se pueda interpretar como una crítica entre nosotros, para que de inmediato digan no, no hay unidad aquí en la Alianza . Yo quiero decirles a quienes así piensan que la unidad de la Alianza es indestructible", advirtió, al tiempo que recalcó que no existen "vetos de ninguna especie" en la Alianza, aunque Piñera, a 839 kilómetros, dijo otra cosa. LND