En entrevista con el cuerpo Artes y Letras del Diario El Mercurio, Sebastián Piñera expresó que la política de conservación patrimonial es deficiente y propuso bibliotecas y museos digitales. Lo suyo, dice, es remodelar sin derribar. "La cultura de nuestros pueblos originarios no está siendo reconocida, valorada ni promovida".
"Lo más importante está todavía por hacerse". En ese juicio asienta Sebastián Piñera su proyecto cultural, pues aunque valora la creación del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, identifica carencias a superar. Eso explica el espíritu o eslogan de su plan: "'Remodelar sin derribar', es decir, apreciar lo que hemos ido acumulando a lo largo del tiempo y proyectarlo hacia delante", expone. Su raciocinio es que el objetivo de que un país sea desarrollado es mejorar la calidad de vida y permitir la realización personal de su gente; y en eso -cree- la cultura es un elemento fundamental.
¿Qué rol debe jugar la TV en el desarrollo cultural?, ¿Qué propuesta tiene para el desarrollo de una política de TV cultural? ¿Innovará respecto de lo que ya dice la ley que rige la televisión? Considerando que el 75% los chilenos ve cerca de tres horas de televisión diariamente, es innegable que ésta tiene enorme influencia en la sociedad. De acuerdo a nuestras estimaciones, un alumno promedio destina lo mismo a su educación escolar formal que a ver televisión (aproximadamente 1200 horas al año). Sin embargo, el tema de fondo no es analizar si la televisión cumple o no una función cultural, porque no hay duda de que eso es así, en el sentido de que modela la manera en que vemos la realidad y a las personas que nos rodean, lo que a su vez orienta nuestras conductas. En este sentido, la televisión es siempre "cultural", desde que transmite un partido de fútbol, hasta las noticias, las series históricas o "El show de los libros", por mencionar algunos. Visto lo anterior se entiende mejor que una política de "televisión cultural" deba buscar que lo que se transmita por la pantalla chica sea "socialmente ecológico", es decir, que no sólo no contamine las relaciones entre las personas y los vínculos sociales claves para el buen funcionamiento de una sociedad democrática (que no promueva la violencia como medio de acción política, por ejemplo), sino que en lo posible ayude a construir una cultura y una sociedad sustentable, más proclive a construir capital social positivo, al respeto entre las personas, al emprendimiento y a la estabilidad democrática. En ese sentido, haremos todo lo posible por premiar -incluso monetariamente lo que hemos denominado "televisión sustentable".
¿Está en crisis el Fondart? ¿Cómo lo reformularía? El Fondart no está en crisis, pero requiere de muchos perfeccionamientos y adecuaciones a una realidad cultural que cambia a una velocidad que no deja de sorprender.
Por lo pronto, necesitamos diseñar instrumentos mucho más precisos para evaluar el verdadero impacto social de los proyectos públicos en materia cultural. Los estudios de opinión pública que hemos hecho nos muestran que la ciudadanía se ha formado la idea de que muchos proyectos sirven para una autogratificación de los creadores, pero que su llegada e impacto público ha sido más bien escaso. Los indicadores del retorno social de estos y futuros proyectos, en los cuales se han invertido o se pretende invertir cuantiosos recursos públicos, deben ser claramente y abiertamente definidos, explicitados y fiscalizados.
En lo conceptual, creemos necesario ampliar las políticas de financiamiento a toda la línea de producción, desde la creación de la obra artística o cultural hasta el receptor final, incluyendo por cierto planes de difusión así como la formación de dichos receptores para apreciar en plenitud la obra.
También, crearemos estímulos para que los Gestores Culturales se capaciten profesionalmente, antes de empezar a gestionar proyectos culturales. Especial énfasis pondremos en la capacitación de gestores en regiones, donde estarán la mayor parte de los nuevos 65 Centros Culturales que se están construyendo.
En cuanto a los plazos para que artistas postulen a los recursos del FONDART, nos hemos propuesto que estos procesos estén concluidos con 1 año de anticipación a la fecha de materialización de la obra, a fin de que los ganadores de los concursos tengan tiempo suficiente para preparar sus proyectos.
¿Cree que en Chile faltan teatros (no centros culturales)? Si lo cree, ¿Cómo va a paliar ese déficit? De acuerdo a nuestros catastros, la mayor parte de los teatros en Chile están bajo administración municipal. La realidad actual de los Teatros Municipales es dispar, dependiendo de su tradición y de los requerimientos culturales del medio social en que están insertos.
Sin duda que el Teatro Municipal de Santiago es el "buque insignia" de la categoría, por la calidad de su edificio que es Monumento Nacional y por la calidad de sus cuerpos estables, la densidad de su programación y su prestigio tanto nacional como internacional. Este rol será complementado en forma protagónica por el teatro que se construirá como parte del Centro Cultural Gabriela Mistral. El Teatro Municipal de Viña del Mar y el Teatro Regional del Maule son, probablemente, los que siguen al Municipal de Santiago en prestigio y calidad de sus instalaciones. El Teatro Municipal de Iquique, también Monumento Nacional, que gracias al auge del salitre en sus inicios competía en prestigio y calidad de espectáculos con el de Santiago, hoy se encuentra en precarias condiciones, lo mismo es válido para los teatros de Tocopilla y Constitución. Nuestra primera prioridad será, por tanto, recuperar aquellas instalaciones ya existentes pero que están en malas condiciones. Y la segunda, construir teatros de primer nivel en todas aquellas ciudades importantes en que hoy no existen o no vale la pena restaurar, partiendo por las capitales regionales.
¿Modificaría la ley de Monumentos Nacionales?, ¿Por qué y cómo? Es indispensable modificar esta ley, pues se ha demostrado que la actual legislación consigue justamente el efecto contrario a lo que se propone. Para un propietario privado es en la práctica una tragedia cuando su inmueble es declarado monumento nacional, pues el Estado lo grava imponiéndole un cúmulo de obligaciones, sin otorgarle compensación alguna. Especialmente grave es también el centralismo excesivo de esta ley, pues todas las decisiones son tomadas en Santiago, sin mediar participación de comunas ni regiones. Existen valiosas proposiciones como la de la Cámara Chilena de la Construcción, que propone el concepto de derechos transables que favorecerían al propietario de un inmueble gravado como monumento, pudiendo aplicarlos a otros inmuebles no gravados. Así como éste, estableceremos incentivos tributarios que contribuyan a la puesta en valor de nuestro patrimonio.
En el fondo, la Ley de Monumentos Nacionales debe ser enfocada con una visión en que los monumentos no son sólo privados, son bienes públicos, con externalidades positivas que nos enriquecen como sociedad.
¿Qué opina de la iniciativa de Sarkozy de que la televisión pública no tenga avisaje? Probablemente sea una iniciativa buena para Europa y para los países ricos. Implica que el Estado se va a hacer cargo de financiar la televisión pública, por considerar que antes -entregada a las reglas del mercado- no funcionaba correctamente. Pero basta con que busquemos generar contenidos sustentables, ecológicos socialmente, y que haya un mínimo asegurado de esos contenidos producidos en Chile y sobre Chile, lo que ayudará a que nuestra identidad nacional no se diluya frente a la globalización. Para esto seguirá habiendo subsidios de parte del CNTV, de Corfo y del CNCA. En todo caso, los avisadores y los operadores pueden estar tranquilos.
¿Considera necesaria la creación de una nueva institucionalidad cultural, bajo el concepto de "Instituto del patrimonio"? La ciudadanía ha demostrado fuertemente su interés y cariño por el patrimonio, como se hace evidente cuando sobre 400.000 personas en todo el país salen a festejar el día del patrimonio. Por ello el Grupo de Cultura Tantauco está estudiando la mejor alternativa para diseñar una política de cultura que junto con promover la actividad cultural permita conservar y difundir nuestro patrimonio. Especial esfuerzo pondremos en fortalecer a las regiones y en conseguir una mayor interacción entre el mundo público y privado.
Aún no conocemos en detalle las propuestas que la Presidenta viene anunciando desde hace tres años en relación con la Institucionalidad Patrimonial, pero es claro que ellas no generan consenso, cuando vemos que el personal de instituciones tan venerables como la Dibam se declara en "Estado de Alerta" ante los recientes anuncios.
¿Modificaría la ley que regula la entrega de los Premios Nacionales, en aspectos como la conformación del jurado? La Ley de Premios Nacionales está obsoleta por varias razones, entre las cuales podemos mencionar que es poco participativo y porque las disciplinas se han diversificado y ampliado. Por tales motivos, nos parece que, al menos los premios que corresponden al área del Arte y la Cultura, deberían ser discernidos por el Consejo de la Cultura y las Artes y no por el Ministerio de Educación como ocurre en la actualidad, y el Jurado debería estar conformado mayoritariamente por pares de la especialidad de cada premio, incluyendo un representante de las audiencias que garantice adecuada representatividad.
Pero más allá, propondremos crear Premios Regionales para las mismas disciplinas comprendidas en los Premios Nacionales incorporando al jurado representantes regionales, y la creación de un Premio Nacional para las Artes Populares y Artesanía.
¿Tiene alguna iniciativa novedosa o "regalona" en materia cultural, que aplicaría sin dudar si fuera elegido presidente? Explíquela. "Visita tu historia". ¡Tan regalona es que ya le tengo nombre! Desde el año 2000 venimos dándole vuelta a esta idea en la Fundación Futuro. Se trata de recordar y revivir la historia de Chile desde los lugares geográficos donde han ocurrido hechos políticos, religiosos, culturales y militares relevantes. Rescatar los lugares donde se libraron las principales batallas de la Guerra de Arauco, de la Guerra del Pacífico o de la Guerra Civil de 1891. Recuperar, por ejemplo, la casa de Violeta Parra en San Carlos y tantas otras donde nacieron y vivieron grandes personajes chilenos. En fin, se trata de que los chilenos puedan encontrarse "in situ" con su historia, su cultura y sus tradiciones.
Esta idea la hemos conversado con muchas personas, incluso se la presentamos al entonces Presidente Lagos, y me encantaría llevarla a cabo en conjunto con las Fuerzas Armadas, con quienes también hemos estado en contacto.
Este proyecto se enmarcaría dentro del plan de recuperación de los valores patrimoniales nacionales. Ya hemos planteado en otras oportunidades la importancia de reforzar los valores identitarios como única manera de no ser barridos por la marea de la globalización. Y si bien este fenómeno tiene tremendos beneficios, es importante no perder de vista nuestros orígenes, nuestra identidad y rescatar y fomentar aquello que nos une como Nación y que nos hace sentirnos de ser chilenos.
Puedes ver aquí los principios y propuestas culturales de Sebastián.
Tags: Cultura, Piñera, propuesta, Sebastián
Martes, Julio 21, 2009 Puedes seguir la respuestas a través de este RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o puedes hacer trackback desde tu propio sitio.