"¡Adentro del paquete viene la ficha de inscripción a RN para que la firmes!", gritaron algunos parlamentarios de RN el miércoles, durante el almuerzo que sostuvieron con el ministro de Minería, Laurence Golborne, cuando la bancada le entregaba algunos regalos, entre ellos unas colleras, un galvano y una caricatura. Antes, en los pasillos del Congreso, Golborne había detenido su caminar de forma sorpresiva, pero no para conversar con los congresistas por el royalty minero, sino porque un par de funcionarias le habían solicitado fotografiarse junto a ellas.
Esa mañana, la encuesta Adimark lo encumbró como el ministro mejor evaluado del gabinete del Presidente Piñera, con 91% de aprobación, calificación obtenida tras su participación en las labores para contactar a los 33 mineros atrapados en Copiapó. El mismo sondeo, en julio, le había dado el título del ministro menos conocido. La semana anterior, un muestreo del Centro de Encuestas La Tercera lo ubicó como el ministro mejor aprobado.
Al asumir el gobierno, Golborne, quien entre 2001 y 2009 tuvo una ascendente carrera como ejecutivo de Cencosud por la internalización del holding, pasaba un período en que había disminuido su ritmo de trabajo: estaba dedicado a integrar el directorio de algunas empresas, a su restorán Olivalimón (que creó junto a su amigo Juan Antonio Guzmán) y a la empresa Vox Comunicaciones, que formó con Gabriele Lothholz, ex ejecutiva de Cencosud. También al club Audax Italiano, en el que se encargaría de la administración desde el directorio.
Y cuando estaba a punto de fichar como vicepresidente ejecutivo de HidroAysén, optó por Minería.
Esta semana, su reciente alza en las encuestas lo hizo pasar de la euforia del rescate, a un prudente silencio, como una forma de no politizar su popularidad. En estos seis meses, ya aprendió cómo es la política. Pero ¿qué piensa en materias valóricas, económicas, gremiales y de historia reciente? ¿Cuál es su ideario? Aquí sus pensamientos, ideas y visiones, construidas a través de entrevistas a su círculo más cercano.
Entre el PC y Patria y Libertad: Los Golborne-Riveros eran de Linares. Ahí Wilfred Golborne -el padre- era empleado de una ferretería. En 1965, la familia se trasladó a Maipú, donde instaló su propio negocio. Estudió en el Instituto O'Higginiano de Maipú hasta tercero básico. Luego se trasladó al Liceo Alemán y en quinto básico al Instituto Nacional. Participó en la Asociación Cristiana de Jóvenes. El fin de semana colaboraba en la ferretería. "Tengo recuerdos muy nítidos de la división del país. En mi familia eso se vivía a diario. Mi papá era del Partido Nacional, mi mamá era de oposición permanente, quien fuera del gobierno, ella estaba en contra. Mi hermano mayor, Wilfredo, era de Patria y Libertad, y mi hermana, Gladys, militaba en el PC. Era bien intenso todo, la división política era visceral", dijo a La Tercera en mayo para explicar cómo la política golpeó en su casa. Como suma, su madre, Daisy Riveros, era prima de la secretaria de Salvador Allende, la "Payita".
En 1974, su hermana, que había sido militante de las JJ.CC. se fue a Suecia junto a su pareja, un ecuatoriano que fue expulsado de Chile. Allá se casó con un detective que había trabajado en la seguridad de Salvador Allende. Sólo regresó a Chile en 1986 de visita. En 2006 murió de cáncer en Europa. En 1978 falleció su padre de cáncer al pulmón y su madre siguió sola a cargo de los cuatro hermanos: Daisy, Ingrid, Laurence y Nelly. "Ahí tuvimos que tomar una decisión con mi mamá respecto de si yo seguía estudiando o me dedicaba a atender la ferretería. Ella fue muy aguerrida y tomó las riendas del local. Yo entré a la universidad", dijo a este medio hace cuatro meses.
Su mamá murió a los 83 de alzheimer, enfermedad que padeció desde los 65 y al ministro lo afectó mucho. Se casó en el último año de universidad y se separó al poco tiempo con dos niñas muy pequeñas. Según su relato de mayo, aprendió a ser papá solo, los fines de semana, cuando le tocaba cuidarlas. Luego se reencontró con Karin Oppermann, ex compañera de la UC, con quien tiene cuatro hijos. Su vida familiar es sagrada, y suele tocar guitarra y cantar karaoke con sus hijos en los almuerzos dominicales. Mientras en la universidad eran el charango y Silvio Rodríguez, hoy prefiere las letras de Ricardo Arjona.
Liberal y tolerante: sus cercanos lo describen como un hombre liberal y tolerante, a favor de opciones como la "píldora del día después" y de respetar a las minorías sexuales. Las mismas fuentes señalan que las divisiones políticas al interior de su familia en los 70 (cuando él tenía 10 años), lo marcaron. Por esto, siempre se muestra respetuoso de todas las opiniones. Desde el punto de vista religioso cree en Dios, pero a su manera. Es bautizado, pero no observante ni de misa dominical.
A favor del No: Golborne considera clave el modelo económico instalado en el gobierno de Augusto Pinochet, pero es crítico de las violaciones a los derechos humanos. A finales de los 80, sus compañeros de curso en la UC cuentan que él se mostraba contrario al régimen militar, pero que no iba a las protestas. Un cercano explica que en 1988 Golborne no estaba inscrito, pero que seguramente habría votado por el No. "El gobierno militar tiene de luces y de sombras. Las luces están dadas esencialmente por los cambios económicos que fueron fundamentales y tremendamente positivos. Y de sombras por los elementos de presión que existieron. Pero hay que entender los contextos. Es una etapa de la historia que ojalá no se repita. La democracia es un valor que debemos cuidar", señaló a La Tercera en mayo.
De trato fácil: Hombre de trato fácil, nunca ha sido el perfil del ejecutivo distante. Por eso empatizó rápido con las familias de los mineros. "Son gente súper buena", comentaba en privado sobre el campamento Esperanza. Sus amigos lo describen como una persona "con los pies en la tierra", producto de su historia familiar. Por formación, le gusta tener siempre el control de la situación y adelantarse a los escenarios adversos. Una anécdota retrata bien este aspecto: en el viaje con la ANFP y Harold Mayne-Nicholls a ver el partido que Chile perdió 1-0 con Ecuador en las eliminatorias, en su calidad de accionista de Audax Italiano, Golborne llamó a sus amigos "futboleros" de Santiago para pedir opiniones sobre cómo había jugado la Selección antes de embarcarse. ¿La razón? Quería tener buenos argumentos en la conversación entre dirigentes durante el vuelo a la capital.
Gerente exitoso: Tras dejar la universidad como el mejor alumno de su promoción en 1984, entró a Disputada de Las Condes y luego a Exxon. Desde ahí saltó a Gener, donde hizo excelentes relaciones con Bruno Phillipi y Juan Antonio Guzmán, hasta el día de hoy sus nexos más fuertes en el empresariado. A Cencosud llegó por un headhunter, empresa donde desarrolló su capital como ejecutivo de primera línea en la gerencia de Finanzas. Allí su principal logro fue la internalización de Jumbo y la apertura en Bolsa. Ex colegas indican que su liderazgo radica en la capacidad de trabajar en equipo y, a la vez, ser muy exigente. También se le reconoce visión para anticiparse a ciertos eventos, por ejemplo, en Gener, desde el área de finanzas, hizo algo que lo catapultó: ideó un instrumento financiero para hacer un aumento de capital que lanzó en la Bolsa de Nueva York a principios de los 90. Nadie lo había hecho antes y fue un éxito. En Cencosud no era extraño verlo tomando café en el Cory del foodgarden con otros gerentes. Según un ex colaborador, era inflexible cuando creía que alguien no servía para el cargo y estimaba que debía ser removido. En privado suele decir que aprendió mucho de su padre en el negocio de la atención al público, y que de su madre heredó la exigencia. "Una vez me saqué un rojo y lloré desde el centro hasta mi casa en Maipú", comentó en mayo para graficar el rol de ella en su formación.
El quiebre con Paulmann: Su salida de Cencosud a comienzos del año pasado fue uno de los episodios más llamativos de su historia empresarial. Allí el ministro estuvo ocho años y fue el artífice, junto a Horts Paulmann, del crecimiento del holding. Cuando dejó el cargo, se especuló mucho sobre las razones y el impacto de su decisión en el negocio. En privado, él ha explicado a sus cercanos que se trató de diferencias en la gestión del Costanera Center, pues Golborne nunca estuvo de acuerdo con echar a andar el proyecto debido a la situación económica y la sobreoferta de oficinas que el proyecto significa para Santiago. Sin embargo, Paulmann opinó lo contrario. Sus cercanos aseguran que Golborne no comenta los problemas que fueron desgastando la relación con los años, por las diferencias de carácter de ambos (Paulmann es un jefe exigente y de trato complejo), y de la manera de hacer las cosas en los negocios. "Fue el desgaste natural de una relación difícil", señala un amigo que conoció de cerca el proceso.
Lejos de la política: Es una relación compleja. Tiene los recuerdos de la división familiar. En 1973, luego del golpe, su padre obligó a su hermana de las JJ.CC. a quemar sus libros de marxismo y su polera morada de la Jota. "Tengo grabado el color rojo vino de la polera ardiendo en el patio de la casa", dijo en mayo sobre el episodio. Por su formación ingenieril y experiencia empresarial, el mundo político le es ajeno y no comparte sus códigos. Tras asumir, debió jugársela por el proyecto del royalty, pese a que no estaba de acuerdo. Las críticas por su viaje a Sudáfrica le dolieron mucho, indican en su entorno, pues las consideró injustas. En privado, explica que era un viaje familiar planeado antes de asumir (en octubre de 2009) y que era tan importante para sus hijos que tras aceptar el cargo de ministro, lo primero que advirtió era que debía ausentarse una semana en julio. Ha dicho que fue en semana distrital, que no dejó nada pendiente, pero que de todas maneras lo cuestionaron. Tampoco olvida el episodio por la risotada durante una conferencia del senador PPD Ricardo Lagos Weber, cuando se disculpó de inmediato.
¿Por qué aceptó ser ministro?: Después de tener un 2009 dedicado a sus directorios y negocios personales, como el restaurante Olivalimón y la agencia de comunicaciones Vox, la oferta de unirse al gabinete lo sorprendió a punto de fichar como vicepresidente del proyecto HidroAysén, uno de los cargos ejecutivos más interesantes a nivel nacional. "¿Cómo me voy a restar del primer gobierno de la derecha en 50 años?", fue lo que dijo a sus cercanos para explicar su opción por ser ministro. Pero tuvo momentos de dudas, y consultó con sus amigos. Su principal inquietud era cortar su carrera profesional. Para graficar lo desconocido que es en este ámbito, un cercano relata que luego de ser presentado como ministro en el Museo Histórico Nacional, se quedó parado solo junto a su familia en un rincón. No conocía a mucha gente y uno de los pocos que lo saludaron fueron Juan Antonio Coloma y Alfredo Moreno -ex ejecutivo de Falabella, a quien conocía por el rubro del retail. Como no sabía bien qué hacer, decidió irse caminando hasta La Moneda, donde había dejado su auto.
Celebración en la UDI: La carrera política no está entre sus decisiones inmediatas, ni siquiera entre sus dilemas, ha dicho esta semana. En su familia sostienen que jamás sería militante y que el Presidente Piñera es la figura que más lo representa. Frente a su elevada popularidad, en privado ha señalado que quiere tener la cabeza fría y "no creerse el cuento". Considera que su fama es pasajera y que todo puede cambiar en cualquier momento. Tiene amigos UDI, pero no se siente 100% interpretado por ese partido, dicen quienes han conversado con él de política. Sin embargo, entre sus cercanos hay quienes señalan que es un típico UDI, y otros, que es más afín al perfil RN por ser más liberal. Sin embargo, es en la sede del gremialismo donde alguna vez celebró los resultados de una elección parlamentaria. A quienes les han consultado, ha dicho que no está en su mente proyectarse en una carrera política, sino terminar su trabajo y volver a la actividad privada.
Amistades y política: Tiene pocos amigos en el mundo político, la mayoría en la UDI: Juan Antonio Guzmán, el embajador Darío Paya, el alcalde de Santiago Pablo Zalaquett y la senadora Evelyn Matthei. Sus cercanos indican que él establece relaciones por afinidades personales, no ideológicas.
Tiene diversos círculos de amigos, pero no mezcla las esferas. Sólo se siente cómodo en su círculo privado -familia y amigos-. Sus íntimos en el mundo empresarial son un círculo cerrado que componen Bruno Phillipi, Juan Antonio Guzmán y José Pedro Undurraga, a los que conoció cuando comenzó en Gener. Considera que ellos son sus mentores. Sus cercanos cuentan una anécdota: cuando Undurraga vio el potencial de Golborne, le pidió a Guzmán que lo reubicara al interior de la empresa, para no "tapar" a Golborne, todo con la venia de Phillipi. Por cosas como esas es que Golborne tiene estrechas relaciones con ellos. Con Guzmán -quien lo llama "Laurencio"- son dueños del restaurante Olivalimón y suelen jugar golf juntos.
Concertación: Reconoce cosas buenas y malas de su gobierno. Lo bueno: el manejo macroeconómico y la apertura con los tratados de libre comercio. Lo malo: ineficiencia del Estado y corrupción. Creía firmemente que 20 años era tiempo suficiente en el gobierno, ya que al conglomerado le "faltaba gasolina". La gestión que más reconoce es la de Ricardo Lagos, mandato que coincide con su primera época en Cencosud y cuando Paulmann tuvo muy buenas relaciones con el entonces mandatario. Un ex ministro laguista indica que era frecuente que él asistiera a las reuniones con la cartera de Trabajo en representación del holding.
Empresarios y gobierno: Es definido como un economista liberal de derecha, pero independiente. Cree en el rol de los empresarios y en el emprendimiento como clave para la generación de empleo, con propietarios atentos a dar incentivos y retribuciones a los trabajadores. Respecto de los gremios empresariales, que conoce muy de cerca, opina que deben jugar un rol relevante frente al gobierno, manifestando sus opiniones y posturas, y trabajando una relación fluida. En 2008 Golborne fue presidente del Círculo de Finanzas de Icare, entidad que reúne a los más altos representantes del mundo financiero. Desde el punto de vista tributario, considera importante rebajar el impuesto a las personas, antes que cualquier otra modificación.
Relación con Piñera: No se conocían de antes. Al llegar al gabinete, fuentes de gobierno cuentan que entabló una relación de respeto mutuo con el Presidente, y que tenían una gran interacción, dando a Golborne espacio para su gestión. Pero tras el accidente en la mina San José, la relación se estrechó y Piñera lo dejó a cargo del rescate, reportándole directamente a él. Encargo que lo llevó a ser la vedette de la clase política esta semana, aunque le pese.