Existen dos versiones de cómo fue que Sebastián Piñera convocó públicamente a los líderes de la Confech para reunirse con él este sábado. La primera es que el viernes 26 de agosto el Presidente le comunicó a los ministros Rodrigo Hinzpeter, Felipe Bulnes y Andrés Chadwick que había tomado la decisión de hacer un llamado enérgico al diálogo a los estudiantes, pese a que en ese minuto Bulnes realizaba gestiones con los jóvenes y las señales de Palacio eran que el tema se vería en el Congreso. La segunda es que Chadwick convenció a su primo de la necesidad de un "plan B" en el caso de que el ministro de Educación no consiguiera su objetivo.
El escenario post paro nacional era complejo: la muerte del joven Manuel Gutiérrez, producto de un disparo supuestamente hecho por un carabinero, y los violentos disturbios en la periferia de Santiago, convencieron al Mandatario de la necesidad de dar un giro de timón, aseguran en su entorno. Pero Bulnes -sintiéndose pasado a llevar y sin piso para seguir negociando con la Confech-, habría presentado su renuncia al Presidente durante el fin de semana. Algo que el abogado salió a desmentir esta semana.
Como haya sido, el episodio refleja el sitial protagónico que Chadwick ocupa en el nuevo diseño de La Moneda.
Catalogado como un negociador nato dispuesto a poner el pecho ante las balas y que no se pierde cuando se trata de poder, desde que asumió el 18 de julio como vocero de gobierno, Chadwick ha sido una figura omnipresente en La Moneda, desplazando al ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter de la figuración pública y al Secretario General de la Presidencia Cristián Larroulet de la difícil relación con los habitantes del Congreso en Valparaíso.
¿Cómo lo logró en menos de un mes y medio en el cargo? "Una vez MAPU, siempre MAPU", sintetiza un importante personero de la colectividad fundada por Rodrigo Ambrosio tras la ruptura con la DC en 1969 del grupo de jóvenes que se convertiría en la mano oculta detrás de cada decisión clave de los gobiernos de la Concertación. De esta forma resume la esencia del movimiento que tuvo brevemente al vocero y ex alumno del Verbo Divino entre sus filas: mantener el poder a toda costa. Un talento que más tarde, Chadwick perfeccionaría como discípulo de Jaime Guzmán y como diputado y senador del gremialismo convencido de que tener poder implica negociar.
El Duque
Una de las primeras cosas que hizo Andrés Chadwick al asumir como vocero del gobierno fue asegurarse de que las relaciones clave con los medios serían controladas por él y no por la asesora presidencial Fernanda Otero. Junto con ello, reorganizó el trabajo de la Secom, entidad que originalmente tuvo un diseño eminentemente técnico, reenfocándola al ámbito político, y se llevó a parte de sus profesionales a habitar la oficina que tenía Ena von Baer.
¿Cómo lo logró en menos de un mes y medio en el cargo? "Una vez MAPU, siempre MAPU", sintetiza un importante personero de la colectividad fundada por Rodrigo Ambrosio tras la ruptura con la DC en 1969 del grupo de jóvenes que se convertiría en la mano oculta detrás de cada decisión clave de los gobiernos de la Concertación. De esta forma resume la esencia del movimiento que tuvo brevemente al vocero y ex alumno del Verbo Divino entre sus filas: mantener el poder a toda costa.
Además, si en el caso de Von Baer esta debía visar cada una de sus vocerías con Piñera y Hinzpeter -quienes en muchas ocasiones salieron horas después a decir exactamente lo contrario pese al desconcierto de la ministra-, Chadwick tiene línea de crédito para hablar con mucha más libertad en nombre del "jefe".
"Es como el duque de La Moneda. Se mueve con mayor facilidad que Ena y tiene una conexión directa con el Presidente que confía mucho en él", dice un ex colaborador de la ahora senadora.
Las cifras lo demuestran. Según un análisis comparativo de Conecta Media Research, al que accedió El Mostrador, realizado en un período de 44 días para cada ministro en los noticieros de TVN, Mega, Chilevisión y Canal 13, en el que se midieron apariciones y vocerías, Chadwick figura con 7,4 apariciones promedio por día versus 3,5 de Von Baer. La duración promedio por aparición de cada uno también lo refleja: 56 segundos para Chadwick y menos de la mitad, 23 segundos, para Von Baer.
El estudio no incluye el dato revelador del contexto altamente noticioso en el que asumió Chadwick, lo cual puede influir en el hecho de que dobla a la ex titular de la Secretaría General de Gobierno. Pero aún así, demuestra como el primo del Presidente ha conseguido lo que pocos: ganarse en tiempo récord la "oreja" de Piñera.
Según cercanos al jefe de gabinete, el lugar privilegiado de Chadwick –a quien también se le cataloga como "triministro"- se debe a las críticas que ha debido enfrentar Hinzpeter por el actuar de Carabineros en las manifestaciones estudiantiles, la delincuencia y la acusación constitucional en su contra que fue rechazada el miércoles.
"Debido a la acusación constitucional y la pérdida de influencia de Larroulet, Chadwick se convirtió en una suerte de triministro. Okey. Algunos creen que la lleva pero es algo temporal", asegura un colaborador de "Hinz", como le dicen al jefe de gabinete sus más cercanos. Pero "ahora que se despejó el tema de la acusación, Hinzpeter volverá a ser el número 1", vaticina, poniendo como ejemplo que la vocería del caso Gordon fue hecha este jueves por el ministro del Interior.
Muñeca parlamentaria
Lo que sí es evidente es que a nivel de coordinación parlamentaria, Chadwick ha desplazado a Larroulet en los temas más difíciles. Bautizado en los comienzos de la era piñerista como el "Böeninger" del oficialismo, debido a su capacidad de generar acuerdos, Larroulet en la práctica ha resultado una decepción para aquellos que tuvieron altas expectativas de su desempeño en el Congreso.
Con flancos abiertos en los temas más difíciles, como educación, Larroulet es cuestionado por los estudiantes debido a su vínculo histórico con la Universidad del Desarrollo. Allí Chadwick ha realizado gestiones reservadas con diversos parlamentarios y también en lo relativo a la acusación constitucional contra Hinzpeter.
Como ex diputado y senador, Chadwick "tiene redes prestablecidas", afirman en La Moneda, que le facilitan el trabajo en Valparaíso. "Toda la pega que se ha hecho con Juan Pablo Letelier, a quien conoció siendo compañeros de circunscripción, en el tema de educación, y con otros senadores y diputados es porque tiene años de circo muñequeando en el Congreso. Si hasta le conoce las enfermedades a los diputados y los llama para preguntarles como están de salud", dice un asesor de Piñera.
"Lo otro que hizo fue exhortar a los parlamentarios –que nunca le hicieron caso a Ena y Larroulet- a que se tomen La Moneda para sus vocerías", dice un colaborador de Chadwick. La decisión, afirma, se tomó debido a que durante los días de manifestaciones y paro "tenías a todos los parlamentarios de oposición viniendo a dejar cartas y aprovechando la prensa que siempre hay acá para sacarle la mugre al gobierno. Entonces ahora verás que en todos los días críticos vamos a tener a parlamentarios y alcaldes del oficialismo pauteando aquí".
La reunión con directores de medios
Los días de Chadwick parten muy temprano y a las 9 am se reúne con "las chicas superpoderosas" de Piñera: su jefa de prensa Carla Munizaga, la directora de Programación María Irene Chadwick y la hija del Mandatario y asesora de contenidos, Magdalena Piñera; el director de la Secom Mauricio Lob, el encargado de imagen Hernán Larraín y el director de contenidos Ignacio Rivadeneira. Allí se definen la estrategia de comunicaciones y pauta diaria de Piñera.
Entre los puntos a evaluar están la relación con los medios y cómo estos informan la situación del gobierno y el Presidente –casi una obsesión para Piñera, quien en ocasiones ha levantado el teléfono para llamar a columnistas y directores para quejarse cuando se ha sentido tratado injustamente.
No está claro si la decisión se cortó en alguno de esos encuentros o si fue resorte de Chadwick o del propio Piñera, pero debido al clima de crispación reinante y la percepción palaciega de que los medios amplifican "el problema", el lunes 29 de agosto pasado desde La Moneda se llamó a directores de diversos medios a conversar con el Jefe de Estado.
En dos reuniones –la primera a la hora de almuerzo y otra pasadas las 20:00 horas- Piñera convocó a representantes de los cuatro canales grandes (TVN, Chilevisión, Canal 13 y Mega), los directores de La Tercera, El Mercurio, La Segunda y El Diario Financiero; así como a representantes de radios y otros medios, para pedirles que cuiden el tono y "tengan conciencia de su poder porque todo lo que se muestra tiene efectos", asegura un testigo de los encuentros a los que no habría asistido Chadwick, el MAPU del gabinete.