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En esta línea, Piñera agregó que el sistema de transporte público tiene tres tipos de culpas: políticas, administrativas o judiciales. Respecto de las primeras, comentó que "han sido bastante establecidas en el informe de la Cámara de Diputados, especialmente en el informe de minoría de la Alianza". Sobre las segundas, planteó que "deben hacerse efectivas ahora", ya que "no podemos seguir con los mismos que cometieron errores monumentales a cargo de resolverlos". Esto significa la sumatoria de Piñera a la petición -también compartida por la Concertación- de que hay altos cargos que deben caer. En esta misma dirección se manifestó ayer el presidente de la UDI, Hernán Larraín, que pidió la cabeza de altos funcionarios. "Finalmente, vienen las responsabilidades judiciales, que son cuando se han cometido delitos y, por lo tanto, hay que hacer una clara diferenciación", explicó Piñera. A contraloría El inversionista también aseveró que el camino óptimo, luego de la favorable votación del miércoles sobre las conclusiones de la comisión investigadora, pasa por recurrir a la Contraloría. "La Contraloría tiene algo que decir en esta materia del Transantiago, porque hubo una serie de fallas de carácter administrativo y que son competencia de la Contraloría, la que hasta ahora no se ha pronunciado al respecto". La vía de los tribunales con que amenaza la UDI -táctica a la cual subordinó el lunes reciente a RN en el comité ejecutivo aliancista- no convence a Piñera, ya que hasta el momento no se ha comprobado la existencia de delitos: "Conocemos una cantidad de irregularidades, de incompetencias, de irresponsabilidades, pero todavía nadie ha puesto arriba de la mesa, en forma real y concreta, la existencia de delitos". La vocación gremialista apunta al desfile de autoridades y técnicos por tribunales, un propósito donde un lugar estelar lo tendría el ex Presidente Ricardo Lagos. De hecho, la UDI emplazó a Lagos, en la sesión de la cámara baja de anteayer, a abandonar la vida política, lo que se interpreta en la clave del temor que la Alianza tiene acerca de un retorno del ex Mandatario a la arena presidencial en 2009. Frente a esta percepción, Piñera señaló que "no tenemos temor de ninguna naturaleza de enfrentar la voluntad soberana ( ) Estoy seguro que la inmensa mayoría de los chilenos sabe que este Gobierno es un Gobierno que ya perdió el rumbo y el norte, que está agotado, que no tiene ideas, que no tiene grandes tareas por hacer y que es bueno y conveniente para Chile que haya alternancia". No obstante, Piñera dio luces sobre las dos almas que también corroen a la derecha: la que busca el cambio tranquilo y la dura, que obedece a la tesis del desalojo que ha inventado el senador de RN Andrés Allamand. Según Piñera, él aspira a que la alternancia ocurra en forma "pacífica, tranquila, amistosa, integradora, y por eso estamos trabajando, para lograr la alternancia en paz y en democracia, como es la que los chilenos quieren y merecen". Si bien Piñera manifestó dudas acerca de la judicialización, el jefe gremialista Hernán Larraín insistió en simultáneo que "vamos a perseguir todas las responsabilidades administrativas, civiles y penales si las hubiera". Tras la votación de la cámara baja, Lagos pidió excusas por los problemas que ha causado el Transantiago. Frente a esto, Piñera dijo que valoraba y apreciaba su reconocimiento, aunque "no ayuda en nada a la solución de los problemas". "Cada uno es dueño de sus actos, pero creo que en esta materia los reconocimientos tienen que ser firmes, claros y oportunos; cuando llegan en forma tardía y no en forma suficientemente clara, pierden valor, pero en todo caso, como dice la sabiduría popular, más vale tarde que nunca", agregó. | |||||||||||||
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Rodrigo González Fernández
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
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