Entrevista: las definiciones de Sebastián Piñera
Juan Antonio Muñoz H.
Sebastián Piñera:"Tenemos una firme voluntad en colaborar con eficacia, pero nula voluntad de actuar como comparsas o con ingenuidad"
Hoy estamos ante un Sebastián Piñera distinto. La sonrisa sólo aparece en su rostro para hablar del proyecto país y del futuro, que son los temas que lo apasionan. Pero cuando entran en el juego Joaquín Lavín y su "bacheletismo aliancista" e incluso la propia Presidenta de la República, su gesto se vuelve serio y reflexivo.
No había querido hablar en estos días. Prefirió esperar, tener las cosas claras y decir de fondo lo que piensa y cómo enfrenta el futuro. Al decantar los acontecimientos, su ánimo parece más vital y resuelto, y es así como opta por diferenciarse de Lavín y encarnar el liderazgo de una oposición fuerte que fiscalice.
-¿Cómo evalúa las acciones de Joaquín Lavín? ¿Competencia legítima, ingenuidad, traición, está trabajando para la próxima encuesta CEP...?
-Ojalá él lo sepa. Pero, yo no pongo en duda ni las buenas intenciones, ni el derecho a reperfilarse de Joaquín Lavín. Pero recordando palabras del propio Lavín, en los códigos de la vieja política, y particularmente los códigos de la nueva política, es muy importante y fundamental hablar claro y con la verdad.
-¿Él no está haciendo eso?
-Yo creo que Joaquín Lavín está confundiendo lo que es el patriotismo, el espíritu constructivo, la buena voluntad, con el "bacheletismo", que es una adhesión a una persona. Si ser constructivo es ser bacheletista, qué significa eso, que los que no somos bacheletistas no somos constructivos. Y además, qué significa ser bacheletista, ¿significa estar de acuerdo con todo lo que hace la Presidenta Bachelet?, con el monstruo del Transantiago; con la forma débil e ineficaz con que se combate la delincuencia; con la pérdida de más de mil millones de dólares jugando a ser empresario con los recursos de todos los chilenos para tirarlos a un pozo sin fondo como ha ocurrido en Ferrocarriles del Estado. Yo aspiro a una Alianza que fiscalice con mucho rigor y con mucha responsabilidad los actos de corrupción, cuando meten las manos, y los actos de despilfarro, cuando meten los pies, que son muchos, muy graves y todavía continúan.
-¿Quiere decir que es complicado ser oposición si la propia oposición se define bacheletista...?
-Por supuesto. Y nosotros no somos bacheletistas por dos razones: en primer lugar, porque pensamos que el actual Gobierno lo está haciendo muy mal. El actual Gobierno ya prácticamente cumplió la mitad de su mandato, que debió haber sido el período más fecundo, más fértil, y qué ha pasado: en materia de crecimiento, el crecimiento potencial de la economía sigue cayendo; la delincuencia está desatada; la calidad de la salud y la educación están totalmente estancadas; la corrupción está creciendo. Y esos son los pecados de acción, cuando los peores son los de omisión: ¿qué modernización?; ¿qué gran emprendimiento?; ¿qué gran innovación ha hecho el actual Gobierno, fuera de gastar los recursos provenientes del cobre? Por eso es que Chile perdió el liderazgo en América Latina y en el mundo.
-Lavín dice que en estos tiempos no se puede pensar en agendar unilateralmente y que aquello que está haciendo es el comienzo de un verdadero pacto social.
-Y tiene razón. Para que exista un diálogo tiene que haber participación y buena voluntad de ambos. Yo muchas veces siento que la Concertación nos invita a un monólogo, que es que apoyemos sus ideas y sus proyectos, y no que juntos encontremos las mejores ideas y proyectos.
-El sábado antepasado, cuando asistí al entierro del cabo segundo Luis Moyano de Carabineros, asesinado a balazos por los delincuentes, propuse a la Presidenta un acuerdo aquí y ahora para destrabar la agenda corta antidelincuencia que estaba empantanada en el Congreso. Y me alegré mucho cuando el ministro Viera-Gallo reaccionó muy favorablemente al día siguiente. Pero, desgraciadamente, por lo que he sido informado, el lunes en la mañana la Presidenta desautorizó al ministro Viera-Gallo por haber recogido mi propuesta e instruyó al ministro Belisario Velasco a invitar a Joaquín Lavín a La Moneda. Yo le diría a la Presidenta y al ministro Velasco: usemos la buena política para derrotar la delincuencia, y no usemos la delincuencia para confundir la política.
-¿A quién le conviene en realidad todo esto, en términos de dividendos políticos? ¿Le conviene al Gobierno, le conviene a Lavín, a la Alianza, a la Concertación?
-Por supuesto que le conviene al Gobierno, porque el 90% de los chilenos considera que lo está haciendo muy mal, porque la delincuencia está desatada, porque la gente vive con temor y angustia, y por tanto el Gobierno siempre va a pretender darnos el abrazo del oso y pretender que todos somos igualmente responsables de todo, como en "Fuenteovejuna". Y tal vez también le conviene a Joaquín Lavín, porque ha logrado un reposicionamiento. Pero yo diría que tratemos de compatibilizar los intereses personales, que son legítimos, con los intereses del país, que lo son mucho más.
-¿Por qué le parecen legítimos hoy los intereses personales de Joaquín Lavín?
-Porque yo creo que él tiene todo el derecho del mundo de intentar reperfilarse o reposicionarse en la política; tal vez quiere volver a ser candidato a la Presidencia, y estaría en su derecho. Pero no puedo dejar de decir que la Concertación y la Presidenta Bachelet tienen meridianamente claro, como lo muestran todas las encuestas, que las mejores posibilidades para ganar las elecciones Presidenciales hoy día están representadas por mi persona y por lo tanto que constituyo la principal amenaza frente a la pretensión que ellos tienen de apernarse en el poder, en sus privilegios y en sus prebendas. Por esa razón creo que la Presidenta desautorizó al ministro Viera-Gallo, que había acogido mi planteamiento, e instruyó al ministro Velasco a invitar a Joaquín Lavín.
-El senador Alejandro Navarro dijo que Lavín ha sido asertivo y que su estrategia de posicionamiento va en línea contraria a la de la Alianza. ¿Un gobierno involucraría a la oposición en sus triunfos?
-La Concertación, primero, trata de "sacarse el pillo" de su fracaso en materia de delincuencia, socializando la responsabilidad, cosa que jamás haría con sus éxitos. Además, intenta repotenciar a Lavín como una manera de debilitar mi eventual futura candidatura, porque ellos saben muy bien dónde está su principal adversario o amenaza. Y tercero, introduce una cuña, una brecha, una división dentro de la Alianza que compense las tremendas divisiones que ellos espontánea y naturalmente tienen en su interior. Yo le pido a Joaquín Lavín que, sin perjuicio de poder actuar con libertad y reperfilarse, no le haga el juego al Gobierno.
-¿Qué saca la UDI con criticar el fracaso del Gobierno si su principal rostro trabaja con el Gobierno?
-Eso es lo que produce confusión. He sido siempre entusiasta y decidido partidario de mantener una actitud de diálogo, encuentro, acuerdos y colaboración con el Gobierno. Pero nuestro rol como Alianza no se agota ahí; tenemos que fiscalizar, lo que es nuestro derecho y nuestra obligación. Eso jamás lo va a hacer la Concertación. Tenemos que ir perfilándonos como una opción de Gobierno, porque el año 2009 vamos a llevar 20 años de democracia y ya hemos perdido cuatro elecciones Presidenciales. Tenemos todo el legítimo derecho de intentar ganar democráticamente la quinta.
-El Gobierno ahora lo invita a usted...
-La verdad es que el Gobierno aún no me ha invitado y dudo que lo haga, por las razones planteadas anteriormente. Pero yo quiero decirle al Gobierno que no necesito invitaciones para mantener una actitud y una conducta que es parte de mi ADN y que he practicado toda mi vida, y que es mantener en forma convencida y consecuente una actitud de oposición constructiva y firme. Quiero ser muy claro: tenemos una firme voluntad en colaborar con eficacia, pero nula voluntad de actuar como comparsas o con ingenuidad.
"Yo creo que ella sabe muy bien quiénes son Cecilia y Sebastián"
Amigos en Caburga. Selecciona esta foto tomada el 3 de febrero de 2005 en el quincho de los Piñera, en momentos en que compartía momentos de distracción con la actual Presidenta Michelle Bachelet.
-El año 2005 yo le escuchaba decir a Lavín, de Arica a Punta Arenas, que los delincuentes iban a estar felices con Michelle Bachelet, porque iba a continuar con la mano blanda y promoviendo la delincuencia, y hoy día es "bacheletista"... Cuando la Presidenta Bachelet asumió, en marzo del año 2006, dijo que cuando "la izquierda sale a la calle es la derecha la que tiembla". ¿Qué es eso...? ¿Una amenaza? Y hace pocas semanas atrás dijo: "La Alianza siente vergüenza de lo que son, y en el fondo quisieran ser lo que somos nosotros". Y agregó: "Nosotros podemos mirar a nuestros hijos a los ojos". Yo le quiero preguntar a Lavín si está de acuerdo con esas palabras, si le cree a esas palabras, porque él dice que le cree todo, y le quiero decir a la Presidenta Bachelet que considero esas palabras tremendamente desafortunadas y ofensivas, y que nosotros no sentimos vergüenza de ser lo que somos, que no queremos ser como la Concertación y que podemos mirar a los ojos de nuestros hijos. Al menos yo lo hago todos los días y todas las noches.
-En los años 90, Bachelet era parte de un "PAIS" que no tenía ninguna relación con la Concertación. El FPMR insistía en su pasado frentista, por ejemplo. Sin embargo, ahora ella dice que "los que disparan contra Carabineros disparan contra Chile".
-Es cierto y la verdad no tiene por qué ofender. En los años 90, Michelle Bachelet no era parte de la Concertación, era parte de "PAIS", aliado con los comunistas, que no estaba por la transición pacífica, ni por el acuerdo nacional, ni por el diálogo, sino que por una transición más bien violenta, como declaran muchos frentistas. Pero siento que todo el mundo tiene derecho a cambiar y especialmente cuando el cambio es para mejor. Por tanto, igual como se han renovado y han cambiado gente de izquierda, de centro y de derecha, me alegro que la Presidenta también haya cambiado.
-¿Es por eso del cambio que Lavín le cree todo?
-Me gustaría preguntarle a Joaquín Lavín si le cree o comparte cuando dice que nosotros, la Alianza, a la cual él pertenece, sentimos vergüenza de lo que somos y que no podemos mirar a nuestros hijos a los ojos... Esto último lo dijo hace sólo un mes.
-¿Qué le cree Sebastián Piñera a Michelle Bachelet?
-Yo creo en la buena voluntad y las buenas intenciones de la Presidenta Bachelet. Pero no comparto los malos resultados de su Gobierno.
-¿Cuánto tiempo hace que no habla temas de fondo con Bachelet?
-Mucho tiempo, demasiado tiempo. Me he topado con ella en actividades de la Teletón o en el mensaje del 21 de mayo, pero la última vez que estuve con ella fue cuando la fui a saludar y a felicitar el 15 de enero del año 2006, por su triunfo en segunda vuelta, a pesar de la intervención y los abusos que se cometieron. En esa oportunidad quedé muy molesto, porque siento que fue muy poco amable y deferente con nosotros, y especialmente con mi mujer, Cecilia Morel, que era su amiga y que no merecía ese trato.
-¿Qué sucedió exactamente?
-Recuerdo cuando Lavín fue a ver a Lagos el año 2000. Yo los vi en un balcón del hotel Carrera, saludándose y saludando a la gente que estaba en la plaza de la Constitución. En esta oportunidad nada de esto ocurrió. Nos hicieron esperar largo rato en una pequeña sala oscura y la actitud no fue la actitud deferente, generosa, grandiosa que deben tener los que han ganado la elección Presidencial, frente a un candidato que había perdido, y que había ido a saludarlos y a felicitarlos.
-¿Y después no volvió a hablar en profundidad con ella?
-Nunca más. Tengo la mejor voluntad, pero para bailar tango se requieren dos.
-Quizás es que entre ustedes no hay empatía, que se trata de personas muy distintas.
-La verdad es que éramos amigos, no digo íntimos, pero éramos amigos. Coincidíamos en nuestras vacaciones en el lago Caburgua, y comimos en varias oportunidades en reuniones sociales y tuvimos la oportunidad de compartir en comidas sociales, pequeñas, en más de una oportunidad. Pero la verdad es que durante la campaña las cosas cambiaron y las cosas pueden volver a cambiar, y para mejor, en nuestra relación. Al menos esa es mi intención y voluntad. Cuando fue su cumpleaños, le mandé un ramo de flores con una tarjeta, que decía más o menos así: "Estimada Michelle, feliz cumpleaños, acuérdate que la vida comienza a los cincuenta y tantos y que se disfruta mejor en el maravilloso lago Caburgua. Con cariño y aprecio, Cecilia y Sebastián". Y luego leí en un Cuentan Que de Reportajes, que cuando ella recibió la tarjeta preguntó: "¿Quién es Cecilia y Sebastián?". Yo creo que sabe muy bien quiénes son Cecilia y Sebastián, así que no invoquemos a la amnesia para ese comentario. Ese comentario, a mi juicio, fue poco amable, poco cariñoso, pero, en fin... A veces ella pretende dar una apariencia de ser una mujer muy cariñosa, muy empática, muy simpática, pero... todos tenemos nuestro lado oscuro"."Hace ya mucho tiempo, mi norte y mi motivación están más en La Moneda que en los billetes"
-Después de todo lo que ha pasado, ¿podemos decir que la Alianza todavía existe?
-Definitivamente, sí. Y sin perjuicio de reconocer errores del pasado y también del presente, siento que hoy día está más firme, más motivada y comprometida que nunca. La gente espera que la Alianza le dé a Chile el gobierno que los chilenos se merecen y que necesitan.
-Sin embargo, desde afuera pareciera que la Alianza no quiere ganar, y menos si es con usted.
-Es verdad. En ese campo hay más de lo que se justifica y se requiere, pero siento que la actitud ha ido cambiando. La mejor prueba de ello fue el respaldo que recibí de toda la Alianza, incluyendo a la UDI, en la segunda vuelta Presidencial del año 2006. Queremos ser democráticamente Gobierno a partir del año 2010, de modo que yo le diría que todos tenemos que dar un paso al frente en materia de unidad, de lealtad y de amistad al interior de la Alianza. Al que no lo quiera dar, yo lo invito a que dé un paso al lado.
-¿Siente la falta de afecto de la UDI?
-Sí, en algunos grupos pequeños. A veces es comprensible; la UDI se había acostumbrado a ser el partido más grande de Chile, el partido hegemónico dentro de la Alianza, y hoy día vive en una Alianza con mucho mayor equilibrio, tanto en las fortalezas de sus partidos, como en la fortaleza de sus liderazgos.
-Una pregunta que se hacen muchos. ¿Para qué sigue en esto si podría vivir una vida tranquila junto a su familia, en su mundo privado?
-Sueño con que Chile sea el primer país de América Latina que logre derrotar el subdesarrollo y la pobreza, que nos han acompañado desde nuestros primeros pasos, y que se pueda integrar a ese club de países inteligentes, que son muy pocos, pero cada día más, que han logrado democracia política, desarrollo económico y paz social. Ese desafío o ese sueño es la principal razón que me motiva y entusiasma en el campo de la política, y que me permite responderle a aquellos que me preguntan para qué te metes en política. Y quiero decirle a los dudosos de siempre que, hace ya mucho tiempo, mi norte y mi motivación están más en La Moneda que en los billetes.
DELINCUENCIA: "Ojalá no sigan muriendo carabineros por la falta de voluntad y de coraje del Gobierno"
-El lunes pasado, Lavín saliendo de La Moneda dijo que iba a intentar mediar ante la Alianza, para que nosotros apoyáramos la agenda antidelincuencia del Gobierno, y eso me pareció un diagnóstico muy equivocado. El Gobierno está enfrentando el tema de la delincuencia con mucha debilidad y confusión. Y ahí están los resultados: en los últimos cinco años se duplicó el número de delitos; se duplicó la gravedad y la violencia de esos delitos; dos de cada tres chilenos, como lo mostró la encuesta de Libertad y Desarrollo viven con mucho temor frente a la delincuencia; el 90% de los chilenos evalúa muy mal la gestión del Gobierno frente a la delincuencia, y ésta se ha transformado en el principal problema de la sociedad chilena y el que más angustia e infelicidad produce a los chilenos, y especialmente a la clase media y a los sectores más pobres. Porque los ministros y la Presidenta están muy seguros en La Moneda, pero no ocurre lo mismo en las poblaciones y en los sectores de clase media.
-La Presidenta, que se comprometió con un ministerio de Seguridad, debiera cumplir su compromiso y no rebajarlo a una subsecretaría dentro del Ministerio del Interior, particularmente cuando éste es tan propenso a politizar sus temas y sus responsabilidades, como está ocurriendo hoy día.
-¿Cuántos carabineros más muertos soporta la sociedad chilena?
-Desgraciadamente, van a seguir muriendo carabineros en la lucha contra la delincuencia; ha ocurrido siempre en Chile y en todo el mundo y sería ingenuo pretender que no será así. Ojalá no sigan muriendo carabineros por la falta de voluntad y de coraje del Gobierno de combatir a la delincuencia con eficacia.
DEFINICIONES:
-Regiones: "Que los gobiernos les han dado tradicionalmente la espalda. Que el exceso de centralismo las tiene con anemia. Que no se les ha permitido ser dueñas de su propio destino. Y que eso va a cambiar profunda y drásticamente en el futuro gobierno de la Alianza".
-Transantiago y Cortázar: "Parafraseando a Winston Churchill: 'Nunca tan pocos se equivocaron tanto, durante tanto tiempo' y le amargaron la vida a tanta gente, como los genios que diseñaron e implementaron el Transantiago. Y con respecto a Cortázar, que espero que no nos defraude".
-Sename: "Los niños en nuestro país se merecen un mejor Sename, que sepa proteger su vida y no permita que se mueran en un incendio asfixiados, como ocurrió en Puerto Montt".
-Teatro Municipal: "Lo asocio con la socialité y me gustaría que se multiplicara y diversificara en teatros regionales, en teatros comunales, y que la cultura llegara hasta el último rincón de Chile".
-Democracia Cristiana: "Conversé con Aznar, escuché las palabras de Espino y de muchos otros dirigentes que no logran entender cómo la DC, que en el mundo entero es una alternativa al socialismo, en Chile tiende a confundirse con él y a competir por cuál de los dos es más izquierdista. Tampoco se entiende cómo la Democracia Cristiana se define de centroizquierda dentro de Chile y pretende ser la representante de la centroderecha fuera de Chile".
-Colo-Colo: "Una gran pasión, un gran compromiso. Aspiramos a que Colo-Colo vuelva a ser una potencia dentro y fuera de la cancha, dentro y fuera de Chile, y estamos trabajando con mucho entusiasmo en esa tarea".
-Bielsa: "Algunos dicen que es lo mismo, pero más caro. Yo pienso que no, y que hay que darle tiempo al tiempo, y que la mano de Bielsa le va a hacer bien al fútbol chileno".
Rodrigo González Fernández
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
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