Por Omar Mendoza
El opositor Sebastián Piñera, de derecha, emprendió una maratónica gira por Chile en la que promete empleo abundante si derrota en los comicios presidenciales de diciembre a la izquierda que gobierna el país desde 1990.
Piñera, un millonario convertido en político, pilotea su propio helicóptero Robinson 44 acompañado de dirigentes de la Alianza por Chile, integrada por los partidos derechistas Unión Democrátca Independiente y Renovación Nacional, al que pertenece.
Según diversos sondeos, Piñera encabeza las opciones de voto, con 46 por ciento del total, aunque ese nivel de sufragios es el que normalmente obtiene la derecha en en las elecciones del país.
Los comicios presidenciales y legislativos se efectuarán el 1 de diciembre. El próximo ganador de la presidencia sustituirá a la mandataria Michelle Bachelet, quien concluirá su periodo de cuatro años el 11 de marzo de 2010.
El millonario dirigente opositor y empresario se ha propuesta visitar en 10 días 58 comunas del sur de Chile. El empresario comenzó su gira el lunes en la localidad de Collipulli, en la región de Auracanía.
Piñera, cuya fortuna se calcula en más de 1.300 millones de dólares, fue senador de 1990 a 1998 y candidato presidencial en 2005 cuando fue derrotado por Bachelet.
Si gana los comicios, Piñera se convertirá en el primer presidente derechista elegido en los últimos 51 años, aunque su sector político se unió al régimen militar dictatorial de Augusto Pinochet entre 1973 y 1990.
Piñera ha centrado su agenda política en críticas a la Coalición de Partidos por la Democracia que gobierna Chile desde 1990. Piñera afirma que la coalición no ha hecho nada por el país y ha fomentado la corrupción.
Sus detractores afirman que una victoria de Piñera representará un nuevo triunfo del extinto gobernante militar Augusto Pinochet sobre el mandatario socialista Salvador Allende, derrocado y muerto en un golpe de estado en 1973.
Con su nueva campaña, el dirigente opositor intenta llegar a la mayoría de los ciudadanos, sobre todo jóvenes, para que lo apoyen con su voto.
El método que utiliza no es original, sino una copia del utilizado por el presidente colombiano, Alvaro Uribe, también de derecha, quien se valió de los "cabildos ciudadanos" para llegar a la presidencia y reeligirse.
El empresario quiere que la ciudadanía lo identifique con "el cambio", argumentando que Chile necesita una alternancia en el poder después de cuatro gobiernos consecutivos de centro izquierda.
En Collipulli, Piñera prometió empleo, combatir la corrupción y cambiar la forma de entregar salud a la población.
GOBIERNO DEL EMPLEO
El candidato asegura que como empresario tiene más capacidad que sus contrincantes para manejar mejor la crisis económica.
"Queremos ser el gobierno del empleo, crear un millón de puestos de trabajo", subrayó.
Dijo que si gana replicará los cabildos comunales de Uribe para "cambiar" la forma de gobernar en su país.
En sus discursos insistió en la tradicional crítica de la derecha por el incremento de la delincuencia, reiteró que una de sus prioridades será "ganar la batalla contra la delincuencia y contra la corrupción".
"Hemos diseñado un plan de desarrollo para cada una de las comunas que queremos visitar, y queremos discutirlo y analizarlo con la propia gente de las comunas para lograr hacer una segunda versión del plan. Mi intención, si soy elegido presidente, es gobernar muy cerca de la gente", apuntó.
Explicó que su propósito es a llegar a las comunas más aisladas, "esas comunas que normalmente nadie visita, aprovechando que tenemos buen tiempo y que hay tranquilidad, la que se pierde cuando comienzan de lleno las campañas".
El candidato está interesado en que el congreso apruebe la ley que establecería la inscripción automática en el registro electoral y el voto voluntario, sacando cuenta de que las encuestas lo favorecen entre los 3,8 millones de personas que no votan en Chile.
Pero, debido a su larga tramitación parlamentaria, lo más probable es que esa cifra de votantes no quede automáticamente habilitada para votar en diciembre.
Desde 1990, con el actual padrón, todas las elecciones las ha ganado la coalición izquierdista.
Ni la Concertación ni la izquierda, la cual está formada por comunistas, humanistas, izquierdistas cristianos y exsocialistas, han definido sus respectivos candidatos.
El más probable aspirante oficialista es el expresidente Eduardo Frei, quien se perfila como el contendor de Piñera.
Cuando faltan más de nueve meses para los comicios, es difícil predecir un ganador sobre todo en un año de crisis económica.
La derecha siempre ha tenido una votación en torno al 45% y la Concertación de 52%, como ocurrió en la última segunda vuelta entre Piñera y Bachelet. Lo único seguro es que los próximos comicios presidenciaels serán muy reñidos. (Xinhua) 19/02/2009
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